El Centro Comercial Puerta de Toledo se encuentra en la frontera entre los distritos de Centro y Arganzuela,. Consta de más de 60 tiendas de ropa, accesorios, joyería, moda infantil, arte y decoración, hogar, antigüedades, instrumentos musicales, etc.
La cultura desempeña un papel importante en el Mercado Puerta de Toledo, representada por los anticuarios y los luthieres, artesanos de los instrumentos de cuerda.
El Mercado Puerto de Toledo apuesta por la artesanía madrileña, y es el único centro comercial que cuenta con tiendas dedicadas en exclusiva a esta actividad.
También se realizan exposiciones de conocidos diseñadores, prestigiosos artistas plásticos, fotógrafos y artesanos famosos.
Logotipo del Mercado Puerta de Toledo
Un poco de historia:
Durante la II República, el Ayuntamiento de Madrid impulsó un Plan General de Mercados en donde se planteaba la construcción tanto de mercados de barrio, como de mercados centrales específicos.
De entre los segundos, el Ayuntamiento encargó en 1931 al arquitecto Francisco Javier Ferrero, la construcción de un gran mercado central de pescados en las inmediaciones de la Puerta de Toledo, sobre lo que habían sido los terrenos del antiguo matadero (1) donde se procedía al sacrificio de los carneros, pero dado que no eran adecuadas las instalaciones, se reconvirtió en el Mercado Central de Pescados de la Puerta de Toledo.
El Mercado Central de Pescados de la Puerta de Toledo fue considerado el mayor puerto de España, debido a la cantidad de pescado comercializado diariamente.
Mercado de Toledo (mercado del pescado) en 1969
Construido con un lenguaje racionalista, Ferrero concibió un edificio extraordinariamente funcional con espacios amplios y completamente diáfanos.
Tras una primera ampliación en los años sesenta, durante los años ochenta fue remodelado completamente, para convertirlo en el elegante centro comercial que es actualmente, bajo la dirección de los arquitectos Ricardo Aroca, Jesús Peñalba y Martín Domínguez, tomando el nombre de la vecina Puerta de Toledo.
(1) Tenemos que hacer una rectificación respecto a lo que escribimos sobre el Rastro. Decíamos que el nombre del Rastro se debía al rastro de sangre que las reses dejaban desde el matadero hasta los talleres donde se trabajaban las pieles. Nosotras creíamos que se refería al matadero de la actual Casa del Reloj, pero ahora sabemos que se referían a este otro matadero.
Realizado por:
Marta Calderón, Irene Muñoz e Inés Ochoa.