La Puerta de Toledo fue construida entre los años 1817 y 1827 y restaurada por el Ayuntamiento de Madrid en 1995. Como la Puerta de Alcalá sustituyen a otras ya desaperecidas.
Fue erigida a modo de arco triunfal, de clara influencia romana, en honor del restaurado rey Fernando VII tras la expulsión de José Bonaparte. Se encargó el diseño al arquitecto Antonio López Aguado, para embellecer la ciudad. Está conformada con bloques de granito,
a modo de tres prismas cuadrangulares
donde se abren un arco central de medio punto y dos puertas adinteladas. La decoración consiste en medias columnas estriadas de orden jónico, a los lados del arco central, y pilastras del mismo estilo enmarcando los laterales.
Se encuentra coronada por un grupo escultórico en piedra diseñado por José Ginés y esculpido por Ramón Barba y Valeriano Salvatierra. Aparece una alegoría de España portando el escudo de Madrid, mientras a su lado se encuentra una personificación de las Artes y una matrona simbolizando las provincias. El león del poder monárquico y distintos trofeos militares completan la composición.
Sobre la puerta principal, en el friso situado bajo el principal grupo escultórico, se contempla una inscripción en latín, cuya traducción es:
A Fernando VII, el Deseado, padre de la Patria, restituido a sus pueblos, exterminada las usurpación francesa, el Ayuntamiento de Madrid consagra este monumento de fidelidad, de triunfo y de alegría, Año MDCCCXXVII.
Uso de los números romanos en los monumentos conmemorativos
Figuras y cuerpos geométricos, líneas paralelas, perpendiculares que señalaremos mediante la pizarra digital y que incluiremos aquí a modo de ejemplo.
En la actualidad se encuentra situada en medio de una glorieta y rodeada por un espacio ajardinado, por lo que no existe paso de personas o vehículos a través de ella.
Al cruzar la plaza encontrarás un mercado muy conocido:
el Mercado Puerta de Toledo.
